A la hora de consumir salsas, los consumidores valoran cada vez más la comodidad y la salud, lo que lleva a los fabricantes a priorizar la experiencia del usuario en productos como el kétchup de tomate. Dado que es importante que los consumidores puedan sacar sin esfuerzo hasta el último resquicio de kétchup de la botella, Kraft Heinz se está centrando actualmente en el concepto de botella de diseño invertido, donde la botella descansa sobre la tapa.
Para garantizar la máxima calidad posible durante la producción, Kraft Heinz China ha vuelto a colaborar con su socio de muchos años: Krones. Juntos instalaron una moderna solución aséptica en seco: el sistema PET-Asept D, en el que las botellas y los tapones se esterilizan antes del llenado. De este modo se garantiza que la producción sea higiénica y, al mismo tiempo, que el sabor y la textura del producto satisfagan los requisitos tanto de aspecto como de usabilidad.